¿Alguna vez has sentido que estudiar te produce fatiga mental, física y emocional? El conocido como Burnout o agotamiento académico, es un fenómeno que define esa pérdida de motivación que sufren muchos estudiantes por culpa de la excesiva carga de trabajo y la desconexión académica. Impactando de forma negativa en el desempeño de las tareas diarias.
¿Qué efectos tiene el Burnout?
En algunas ocasiones, podemos confundir el agotamiento académico con el estrés y, aunque ambos padecimientos tienen síntomas muy similares, al final, el estrés es algo pasajero y temporal.
El Burnout va mucho más allá. Se trata de un nivel crítico de sobrecarga mental y emocional, que provoca un cambio en la actitud cara al estudio de las y los alumnos. No es solo sentir cansancio o una simple fatiga, sino que repercute en el rendimiento y en la salud mental.
Por lo general, suele manifestarse de tal forma que, el individuo, siente una sensación constante y abrumadora de cansancio físico, mental y emocional. Esto se produce por culpa de la falta de interés y motivación en las actividades, tareas y asignaturas en general.
La ausencia de entusiasmo, en el ámbito académico, no solo implica una disminución significativa de la calidad del trabajo, visible en las notas que se reciben. También supone cambios en el comportamiento de la persona afectada. Si se agrava, puede provocar el
aislamiento social.
Identificar el agotamiento académico
El primer paso para poner remedio al Burnout, es saber identificarlo. Esto es crucial a la hora de abordarlo a tiempo y evitar que se convierta en un problema mucho mayor.
Si sientes que tienes una gran carga de trabajo es probable que puedas sentir, también, los siguientes indicadores:
– A pesar de que descansas lo suficiente, experimentas cansancio extremo constantemente.
– Has perdido el interés en las asignaturas o actividades académicas que anteriormente solías disfrutar.
– Te resulta difícil concentrarte en tus tareas, lo que se traduce en una procrastinación crónica y constante que te dificulta terminar con las actividades.
– Aumento de la autocrítica a niveles excesivos y tener la constante sensación de no estar a la altura de tus propias expectativas.
– Experimentar constantemente sentimientos de desesperanza e impotencia en todo lo referente a la actividad académica.
– Aislamiento social, especialmente de aquellas actividades que se realizan con
amigos.
Prevenir y superar el Burnout académico es importante saber identificar los signos tempranos del Burnout para poder superarlo a
tiempo y que no se convierta en un problema mucho mayor. Te damos unos consejos que puedes seguir para prevenirlo y superarlo.
– Identifica las fuentes que te generan estrés. Comprende cuales son las que se desarrollan en el ámbito académico y pregúntate cuáles son los aspectos de tu entorno educativo que contribuyen a ese agotamiento.
– Encuentra tu equilibrio entre el estudio y el descanso. Debe adecuarse a tus necesidades, teniendo en cuenta que tienes que invertir tu tiempo en el estudio, pero también en el descanso y el ocio. No subestimes la importancia de tomarte tiempo para relajarte.
– Cuando sientas que te estás agotando, acude a tu círculo más cercano. Tu familia, amigas y amigos e, incluso, tus profesores están para apoyarte. No tengas miedo en compartir tus preocupaciones con ellos.
– Encuentra aquellas prácticas que te ayuden a aliviar el estrés e incorporarlas a tu día a día. Realizar ejercicio físico, meditar, pintar o realizar otras actividades que consideres relajantes pueden ayudarte a superar el agotamiento académico.
Acaba con el agotamiento y fórmate en lo que más te gusta El Burnout es un desafío que se puede superar, pero no queda aquí. Otra de las formas para prevenir su aparición es formarte en algo que te guste y que puedas disfrutar.
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Autora: Laura Vázquez
